Rancho Izaguirre: el oscuro secreto del crimen organizado en Teuchitlán

Un lugar de horror en Teuchitlán
Lo que parecía ser un rancho común en Teuchitlán, Jalisco, se ha convertido en uno de los escenarios más oscuros relacionados con la violencia en México. El 5 de marzo, el colectivo Guerreros Buscadores reveló que el Rancho Izaguirre habría sido utilizado por el crimen organizado como crematorio clandestino, centro de entrenamiento y zona de exterminio.
¿La evidencia? Cinco lotes con restos óseos fragmentados, unas 400 prendas y objetos personales, incluyendo ropa, zapatos, carteras y hasta libros. Todo apunta a que allí, hombres y mujeres fueron víctimas de desaparición y violencia extrema.
La reacción del gobierno federal
Durante su conferencia mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó el hallazgo como “terrible”. Confirmó que el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, ya está en contacto con Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), y con la Fiscalía General de la República (FGR).
La mandataria destacó la gravedad del caso y subrayó la importancia de una investigación profunda. No es un tema que pueda pasarse por alto.

¿Se pudo evitar? La polémica crece
La Fiscalía de Jalisco recordó que en septiembre de 2024 ya se había realizado un operativo en ese mismo rancho. En ese entonces, se detuvo a 10 personas y se encontró un civil sin vida tras un enfrentamiento armado. Algunos responsables lograron huir, y ahora se cuestiona si hubo omisiones graves por parte de las autoridades.
Por su parte, Alejandro Gertz Manero, titular de la FGR, afirmó que antes de abrir una investigación formal sobre el crematorio, es necesario conocer a fondo la historia del predio. Y fue claro: "No es creíble que algo tan grave haya pasado desapercibido para las autoridades locales".

Exigen justicia y rendición de cuentas
El dirigente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, también alzó la voz. A través de X (antes Twitter), acusó al gobierno federal de haber sido omiso ante el crecimiento del crimen organizado y pidió que la FGR atraiga de inmediato el caso, deslinde responsabilidades y garantice justicia.
Además, exigió una investigación independiente para identificar a las víctimas y aclarar si hubo encubrimiento o negligencia por parte de las autoridades.
¿Qué sigue ahora?
El caso del Rancho Izaguirre ha encendido las alarmas en todo el país. No solo por la brutalidad de lo hallado, sino por lo que revela sobre la impunidad con la que pueden operar los grupos criminales.
Más allá de las declaraciones políticas, la exigencia ciudadana es clara: saber la verdad, identificar a las víctimas y castigar a los responsables.
Porque en un país donde la desaparición forzada es una herida abierta, cada hallazgo como este es una llamada urgente a actuar.
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