LA TALACHA....Por Francisco Cuellar Cardona....
Todos los que aspiran a dirigir Morena, están desbocados, y por lo que se ve, sus diferencias no van acabarse cuando concluya el proceso de elección. Y aunque todos, en los diferentes foros y en los encuentros que sostienen con la militancia, hablan de unidad y aseguran que trabajan para apoyar al Presidente, en los hechos, la realidad es otra: sus intereses están por encima de cualquier lealtad al jefe de la Cuartaté.
Este domingo, en Monterrey, el candidato Mario Delgado, que en opinión de muchos es el que puede ganar porque tiene las simpatías del Presidente, aseguró que algunos candidatos, por no decir todos, están boicoteando el proceso y las encuestas.
«Lo que no se vale, es que haya candidatos que pretendan asumir una dirigencia de manera espuria y pretendan deslegitimar la democratización de Morena con litigios y demandas, lo cual es un boicot al proyecto de la Cuarta Transformación que impulsa Andrés Manuel López Obrador», dijo Mario Delgado, que ni se ruboriza ni se inmuta al traer todo el aparato del gobierno al servicio de su campaña.
En su gira, se hace acompañar por todos los legisladores federales, locales, alcaldes, y los funcionarios del gobierno morenista. Sin duda es el candidato oficial, y dicho sea de paso, es el que mejor defiende en su discurso las políticas públicas del Presidente.
Pero la confrontación entre los aspirantes está y no hay forma de frenarla. Y la mejor forma de afirmar sobre el peligro en que se ha convertido la burocracia morenista para el Presidente y su gobierno, es el hecho de que se hayan apuntado para dirigir el partido 105 candidaturas: 51 para la Presidencia y 54 para la Secretaría General. De ese tamaño está la confrontación y de ese nivel esta la rivalidad. Nunca en ningún momento de la historia partidista del país, se había visto tanta ambición desbocada.
Mario Delgado, admite que Morena tiene muchos rostros y es muy diverso en su composición, y justifica que así es la democracia, pero lo que no dice es que todos los que forman el partido y aspiran a dirigirlo, tienen un signo distintivo: no aceptan la autocrítica y no son nada tolerantes; esto es lo que ha distinguido históricamente a la izquierda, y esa es la preocupación más grande de lo que pueda pasar. El mejor ejemplo, es su antecedente inmediato: el PRD, que en pocos años se colocó como la fuerza política y partidista más importante del país, compitiendo con el PRI y el PAN, pero muy pronto, sus pugnas y falta de consensos, lo eliminaron: hoy no existe, o es un fantasma de membrete que da lástima. Así puede terminar Morena, si el Presidente no logra dar un manotazo y somete a sus tribus salvajes.
Morena, es un potro desbocado por las ambiciones y filias de los actuales líderes que buscan la dirigencia y esta convertido en un lastre y una amenaza para el gobierno y el Presidente mismo. Antes de que salga el primer corte de la Encuesta, el Presidente, como jefe máximo del partido, si no quiere problemas, debe meter orden antes de que las pasiones se desborden y lo arrastren. Está a tiempo de hacerlo.
Talachazos
EMILIO Y MARIO.- El diputado tamaulipeco y presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados se ha convertido en el mas fiel colaborador de Mario Delgado, aspirante a dirigir en el país a Morena. Va a todos lados con él.
Este fin de semana Erasmo acompañó a Mario Delgado a Guanajuato y a Nuevo León.
En Monterrey, donde Delgado advirtió de los riesgos que corre la elección de Morena por culpa de algunos candidatos, Erasmo robó cámara y reflectores. Si gana Delgado, seguramente que Erasmo quedará en una posición de poder importante dentro del grupo que tendrá el control político de la cuartate.
