La familia originaria de Monterrey, Nuevo León, responsable de vandalizar la piedra de El Elefante, aparte de la escritura que realizaron sobre el monolito también habrían hecho una fogata en lo alto de la piedra por lo que especialistas siguen evaluando el nivel de daño se le hizo al monolito.

A la Reserva de la Biosfera de El Cielo, en el poblado San José, municipio de Gómez Farías, Tamaulipas, regresó la familia para hacerse responsable de lo que cometieron al lugar y asumir las consecuencias para reparar el daño.

La piedra de 65 millones de antigüedad, fue dañada en una visita que realizaron en estas vacaciones al escribir frases sobre ella por lo que Especialistas del INAH evalúan los daños causados.

El encargado del Centro de Interpretación Ecológica (CIE), Javier Oliva, informó que la familia Rubio García regresó a esta Área Natural Protegida, al darse cuenta del daño que hicieron al plasmar su firma con un carbón en esta enorme roca.

“Son cinco integrantes de la familia y el hijo, de 25 años e identificado como Óscar, quien se responsabilizó de lo ocurrido y pidió a sus padres regresar a Gómez Farías para reparar el daño”, señaló el encargado del CIE.

Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del Gobierno de Tamaulipas (Seduma) acompañaron a dos integrantes de la familia Rubio García para hacerles ver el daño causado.

El antropólogo Jesús Velasco y los arqueólogos Carlos Pérez y Karla Silva del INAH evaluaron y realizaron el peritaje sobre el daño a la enorme roca con forma de Elefante mediante pruebas con diversos solventes para determinar el tipo de material utilizado.

El responsable del CIE detalló que la “firma” se hizo con el carbón que produjeron después de prender una fogata en lo alto de la piedra, por lo que también analizan si el fuego causó algún daño mayor a la estructura. Javier Oliva también refirió que ya se acordonó el área y se reforzó la vigilancia para evitar que esto se repita.