El peor ciclón en 90 años golpea Mayotte: crisis humanitaria y posible cifra masiva de muertos

La isla de Mayotte, territorio francés en el océano Índico, enfrenta una de las mayores tragedias de su historia reciente tras el paso del ciclón Chido, el más devastador en los últimos 90 años. Con vientos que superaron los 225 km/h, el ciclón arrasó viviendas precarias y dejó a miles sin acceso a agua, alimentos ni refugio.

“Llevamos días sin agua”En Mamoudzou, la capital de Mayotte, los residentes describen la situación como “apocalíptica”. “Algunos vecinos tienen hambre y sed”, relató un habitante. La falta de electricidad, carreteras intransitables y daños en las plantas de tratamiento de agua agravan aún más las condiciones.

El prefecto local, François-Xavier Bieuville, advirtió que el número de muertos, actualmente confirmado en 14, podría alcanzar los cientos o incluso miles, especialmente entre comunidades empobrecidas y migrantes indocumentados.

Crisis humanitaria en aumentoEl gobierno francés ha enviado ayuda humanitaria y refuerzos militares para las labores de rescate. Sin embargo, la logística es complicada debido a la destrucción de infraestructura y a la falta de reportes de las áreas más afectadas. “Es como estar en las secuelas de una guerra nuclear”, expresó Mohamed Ishmael, residente de la capital.

Mientras tanto, la Cruz Roja teme que el número de desplazados y fallecidos sea mucho mayor de lo reportado, ya que comunidades enteras han quedado completamente destruidas.

Impacto más allá de MayotteEl ciclón Chido no solo devastó Mayotte, sino que también tocó tierra en Mozambique, provocando inundaciones, cortes eléctricos y la destrucción de edificios en varias provincias. Tres muertes han sido confirmadas en el país, donde Unicef advirtió sobre la posible propagación de enfermedades como el cólera y la malaria.

¿El cambio climático como catalizador?Expertos atribuyen la intensidad de esta tormenta a los efectos del cambio climático. François Gourand, meteorólogo de Meteo France, señaló que el ciclón se intensificó por las temperaturas excepcionalmente altas del océano Índico.

Aunque la tormenta se ha debilitado a una depresión tropical, se espera que continúe causando lluvias torrenciales en Malawi, Mozambique y Zimbabue, agravando la crisis humanitaria en la región.