Título 3: El efecto vaso de oso: filas, reventa y marcas que se suben al tren del Bearista

El día que un vaso hizo madrugar a México

El vaso Bearista de Starbucks, un vaso de vidrio transparente con forma de osito y gorrito verde, llegó a México como edición limitada y rápidamente se convirtió en el artículo más deseado de la temporada navideña. Con un precio oficial de 869 pesos y disponibilidad solo al comprar una bebida grande o venti, el producto detonó largas filas, clientes acampando afuera de tiendas y un tiraje limitado cercano a las 37 mil piezas a nivel nacional.​

La dinámica exclusiva incluyó preventa para miembros Gold de Starbucks Rewards y un límite de una pieza por persona, lo que incrementó la sensación de escasez. En cuestión de horas, el vaso se agotó en muchas sucursales, mientras que en la reventa los precios se dispararon hasta varios miles de pesos en plataformas y grupos de coleccionistas.​

El vaso de oso como fenómeno cultural y de reventa

Lo que comenzó como un artículo de temporada terminó convertido en símbolo de estatus entre fanáticos de la marca y coleccionistas de mercancía. Videos en TikTok e Instagram mostraron filas, testimonios de quienes alcanzaron la codiciada pieza y quejas de quienes se quedaron fuera, alimentando aún más el interés por el vaso Bearista.​

Paralelamente, el mercado de reventa se activó de inmediato: el vaso pasó de 869 pesos en tienda a rangos que van de 2 mil a más de 5 mil pesos, con casos reportados hasta alrededor de 7 mil en algunos anuncios. Incluso surgieron ofertas donde se cobraba solo por “hacer fila” para conseguir el vaso, reflejando hasta qué punto la escasez y la viralidad pueden transformar un producto en objeto de especulación.​

Marcas que “copian” el concepto y se suben al tren

El furor no se quedó solo en Starbucks: marcas mexicanas vieron en el vaso de oso una oportunidad perfecta de subirse al tren del mame con creatividad y humor. Lala, por ejemplo, publicó la imagen de un osito con gorrito y leche Lala, en tono satírico, generando miles de reacciones y preguntas sobre si lanzarían su propio vaso físico.​

Bachoco respondió con un vaso en forma de pollito, con la frase “un pollo de colección”, reafirmando su estilo de humor de marca y logrando decenas de miles de interacciones. Pingüinos Marinela presentó un “vaso pingüino” acompañado de frases virales como “solo conocedores”, mientras que Pato Pascual mostró un “vaso pato” con gorrito y mensaje propio, consolidando así una ola de “copias creativas” del concepto del termo coleccionable cute.​

¿Marketing en tiempo real o nueva moda de productos?

Más que copias literales del diseño de Starbucks, lo que se observa es una tendencia clara: usar el formato de vaso/termo con figura tierna y personalidad propia como pretexto para hacer marketing en tiempo real. Las marcas toman la estructura del fenómeno Bearista (objeto coleccionable, diseño adorable y tono juguetón) y la adaptan a sus personajes: vaca, pollo, pingüino o pato, generando conversación sin necesidad de lanzar aún un producto físico.​

Especialistas en mercadotecnia señalan que el caso del vaso de oso podría abrir la puerta a más lanzamientos de productos “cute” y de edición limitada enfocados a coleccionistas, tanto en alimentos y bebidas como en otras categorías. El éxito del Bearista en México deja una lección clara para las marcas: en la era de las redes sociales, un diseño llamativo, una buena historia y la sensación de escasez pueden convertir un simple vaso en el protagonista absoluto de la conversación pública