Un saldo de 30 muertos y al menos 600 desaparecidos dejó ayer un deslizamiento de tierra y rocas registrado en una localidad humilde en las afueras de la capital de Guatemala, provocado por el debilitamiento del terreno por causa de las fuertes lluvias de los últimos días, reportaron equipos de socorro y de lo que hizo eco el periódico local Prensa Libre.

De acuerdo con las autoridades, la tragedia se registró sobre las 21:30 horas locales del jueves en la localidad de El Cambray II, a 22 kilómetros de la capital, donde ayer continuaban las labores de rescate, informó el secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Alejandro Maldonado.

En una conferencia de prensa, el funcionario enfatizó que la cifra de muertos podría aumentar conforme avanzan las labores de rescate en la zona y agregó que la cantidad de desaparecidos también es “una estimación”.

Según Maldonado, hasta el momento las autoridades lograron rescatar con vida a 34 personas, otras 48 fueron enviadas a albergues, mientras que fueron reportadas 125 viviendas afectadas. VERSIÓN. Reportes de vecinos en el sitio del siniestro informaron a medios locales que la noche del jueves sintieron cómo la tierra se movió. Rocas del tamaño de automóviles cayeron sobre decenas de casas de tabique, rompieron paredes y llevaron a su paso autos, animales de corral y enseres domésticos.

Equipos de rescate de varias estaciones de bomberos y perros entrenados en búsqueda de desaparecidos desarrollaron la labor de rastreo, lo que se dificultó por la falta de electricidad y por la inestabilidad del suelo.

A las 02:00 horas locales de ayer, la Conred suspendió las tareas de búsqueda debido al riesgo que corrían los equipos de rescate. El río Pinula, cercano al lugar de la tragedia se creció por el temporal de lluvia de esta semana y aumentó el riesgo para la comunidad.

RIESGO. Autoridades del municipio de Santa Catarina Pinula, habilitó un albergue para los afectados, mientras que familiares de desaparecidos en este alud utilizaban ramas y herramientas de mano para remover la tierra en busca de sus seres queridos sepultados por toneladas de tierra y rocas.

Los vecinos se expresaron consternados por la tragedia y dijeron que las autoridades locales nunca les informaron que ese sector era de riesgo. Algunos afectados caminaron por varias calles para pasar la noche a la intemperie lejos de otra zona de riesgo.

El funcionario de la Conred dijo a una radioemisora local que el área de la tragedia fue declarada de alto riesgo, y mencionó que desde el 2008 y en el 2014, entregaron a las autoridades municipales de Santa Catarina Pinula un informe sobre el riesgo que corrían las personas que habitaban la zona.

De acuerdo con Maldonado, la montaña comenzó a debilitarse desde hace tiempo y, el jueves colapsó debido a varios factores, uno de ellos la lluvia de los últimos días.

“Es un desastre de grandes proporciones, estimamos que unas 125 viviendas fueron sepultadas, y según cálculos, a la hora del colapso había entre 500 o 600 personas que descansaban en sus viviendas”, dijo Maldonado.