Hackers chinos atacan a ocho empresas de telecomunicaciones en EE. UU.
El ciberespionaje masivo permitió acceder a registros de llamadas y mensajes, afectando a miles de estadounidenses, incluidas figuras políticas.
Una campaña de ciberespionaje sin precedentes
Anne Neuberger, asesora adjunta de seguridad nacional de EE. UU., reveló que una campaña de piratería informática atribuida a grupos chinos ha comprometido al menos ocho empresas de telecomunicaciones estadounidenses, incluyendo gigantes como AT&T, Verizon y Lumen Technologies. Aunque las identidades de otras cinco compañías no fueron reveladas, se confirmó que los hackers lograron acceder a mensajes de texto, registros de llamadas e incluso algunos sistemas asociados con agencias de inteligencia y fuerzas de seguridad.
Objetivos políticos y estratégicos
Los piratas informáticos, apodados Salt Typhoon por Microsoft, se enfocaron especialmente en recopilar datos de personas vinculadas a Washington, D.C., incluyendo figuras políticas destacadas como Kamala Harris, Donald Trump y Chuck Schumer. Según funcionarios del FBI, estos ataques forman parte de un esfuerzo por identificar objetivos para futuros espionajes más específicos y persistentes.
Persistencia de los ataques
Neuberger advirtió que las redes afectadas aún podrían estar en riesgo. "Es probable que los atacantes chinos mantengan acceso hasta que se solucionen las deficiencias en ciberseguridad", afirmó. Las herramientas avanzadas utilizadas por los hackers les permiten esconderse en las vastas redes de las telecomunicaciones, dificultando su detección y eliminación completa.
Negación de China
La embajada china en Washington negó rotundamente estas acusaciones, calificándolas de ataques "difamatorios sin base en hechos". Sin embargo, agencias de inteligencia de EE. UU., junto con aliados como Australia, Canadá y Nueva Zelanda, emitieron directrices conjuntas para proteger a las empresas de telecomunicaciones de futuros ciberataques.
Preocupaciones de seguridad nacional
Esta campaña subraya la creciente sofisticación del ciberespionaje chino, que busca no solo datos personales, sino también acceso a infraestructura crítica. El FBI continúa notificando a las personas cuyos registros de llamadas fueron directamente comprometidos, pero no extenderá esta medida a todos los ciudadanos afectados.