- Agencia

- 23 ago
- 2 Min. de lectura

El pueblo venezolano respondió ayer de manera “masiva” al llamado del presidente Nicolás Maduro a alistarse en las fuerzas armadas, “nunca más la bota de imperio alguno mancillará este suelo. No hay aire, mar o tierra a donde no llega la Milicia Nacional Bolivariana. Demos un paso al frente y cuidemos lo que es nuestro”, manifestó el mandatario.
“Como comandante en jefe de la Fanb (fuerza armada nacional bolivariana), convoco a la gran jornada de Alistamiento, en las Plazas Bolívar y Unidades Militares cercanas a tu comunidad, sábado 23 y domingo 24 de agosto, vamos a enlistarnos para estar en la primera fila de la defensa de la soberanía y la paz nacional”, escribió el mandatario en su canal de Telegram, acompañando un video con efectivos de la Fanb.
Miles de personas, empleados públicos, amas de casa y jubilados entre otros, se sumaron a las filas de la milicia para demostrar la “firmeza, organización y resistencia” de la nación ante una eventual invasión estadunidense, bajo la consigna #YoMeAlisto.
Una vez registrados, los voluntarios pasan a una sala donde se proyecta un documental sobre el bloqueo de naciones europeas a las costas venezolanas entre 1902 y 1903, ante la negativa del entonces presidente Cipriano Castro de pagar la deuda externa. El filme de 2017 muestra a campesinos armados. Algunos disparan, otros analizan mapas. Barcos de guerra se divisan en la distancia.
La milicia bolivariana, un cuerpo adscrito a la fuerza armada que integran civiles y que sus críticos aseguran tiene una alta carga ideológica, habilitó centros de registro en plazas y edificios militares y públicos, incluido el palacio presidencial de Miraflores en Caracas; además del llamado Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos del fallecido líder socialista Hugo Chávez (1999-2013).
Aunque no está claro con cuántos efectivos cuenta la Fanb, en 2020 tenía unos 343 mil integrantes, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), un tamaño similar a la de México (341 mil), y solamente superado en América Latina por Colombia (428 mil) y Brasil (762 mil). La Jornada






